Catalina Cabeza, de 43 años, y Miguel Sánchez, de 38, primo del marido de ella, ambos vecinos de Alcalá de los Gazules (Cádiz), fueron hallados ayer muertos en el arcén de la carretera que une este municipio con la autovía A-381, una zona en la que ella solía pasear. La mujer presentaba varios impactos de munición de escopeta de caza. A unos 150 metros se encontró el cadáver del hombre con un solo disparo y el arma a su lado.
Las primeras hipótesis que manejaban ayer los cuerpos de seguridad apuntaban a que el hombre se había suicidado tras disparar a la mujer, aunque la investigación sigue abierta a la espera de la realización hoy de las autopsias y la toma de declaraciones. La juez de guardia encargada del caso ha decretado el sumario secreto.
Catalina era ama de casa, estaba casada con un obrero de la construcción y tenía, al menos, una hija de unos 20 años. Miguel estaba soltero y trabajaba en el campo. Representantes municipales aseguraron que no se conocía mala relación en la familia ni que entre ellos existiera un vínculo mayor que el parentesco indirecto, por lo que el móvil de este crimen seguía siendo ayer una incógnita. El Ayuntamiento decretó tres días de luto.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 11 de enero de 2006