El único superviviente del pesquero que naufragó en Carboneras (Almería) el martes, Mamadou Lene, de 34 años, explicó ayer que advirtió al patrón del peligro que existía cuando empezó a entrar agua y "el motor estaba parado". Lene aseguró que se salvó porque se quitó la ropa y cortó dos boyas, ofreciendo una de ellas a otro tripulante.
"Presentí que algo malo ocurría y avisé al patrón y a los demás de que el barco se hundiría, me quité toda la ropa, quedándome en ropa interior, y corté con una navaja las cuerdas de las dos boyas del barco, una se la ofrecí a Lorenzo", explicó. El senegalés relató, ayudado en la traducción por su tío Doudou Diame, que Lorenzo se lanzó al agua agarrado de una boya pero se soltó. "Yo tuve suerte y llegué hasta la orilla y cuando miré su cuerpo ya estaba flotando. Me recuperé un poco en la playa, tenía mucho frío y miedo y fui hasta la carretera que va desde Aguamarga a Carboneras y allí avisé a un conductor que llamó a la ambulancia y a la Guardia Civil", afirmó. El joven senegalés lleva un año viviendo en Carboneras y salía a faenar de forma habitual con Antonio Cayuela y su hijo.
Los tres marineros se enterraron ayer en Carboneras, que ha decretado tres días de luto.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 12 de enero de 2006