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Sarkozy promete y pide discreción

El ministro francés del Interior y aspirante al Elíseo, el popular y polémico Nicolas Sarkozy, prometió y pidió ayer "discreción" sobre su "vida privada", ahora que su esposa, Cecilia, ha vuelto al hogar, tras meses de desavenencias conyugales. "No haré ningún comentario sobre mi vida privada", dijo el líder del partido gobernante -la Unión por el Movimiento Popular (UMP)-, en rueda de prensa al preguntarle si su esposa iba a reanudar sus funciones oficiales a su lado. Sarkozy, que vuelve a lucir su anillo de boda, reconoció implícitamente que pudo ser un error la estrategia política de gran exposición mediática practicada por la pareja durante años. "He leído artículos" que decían que "lo que me ocurría, me lo merecía porque había hablado demasiado. Me llamabais entonces a la discreción", comentó a los periodistas, en alusión a la publicidad dada a sus desventuras conyugales. "Desde ahora, tendréis esa discreción y estoy seguro de que la respetaréis", sentenció. En agosto pasado, la revista Paris Match sacó en portada una foto de Cecilia Sarkozy con su compañero, Richard Attias, en el restaurante parisiense Café de l'Esplanade. Luego la prensa publicó el nombre de la amiga del ministro, una periodista. El martes, la reconciliación de Sarkozy y Cecilia se hizo pública al presentarse juntos, de nuevo, en el Café de l'Esplanade. Patrick Balkany, un político y amigo del ministro y su esposa, que es biznieta del compositor español Isaac Albéniz, fue el encargado de confirmar, con detalles, la vuelta de Cecilia, en una entrevista en el diario Le Parisien el miércoles. Un sondeo muestra que para el 87% de los franceses estas historias conyugales no afectan su opinión de quien aspira a auparse a la presidencia de la República en 2007.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 13 de enero de 2006