Diez jóvenes catalanes lograrán alcanzar su meta profesional: dedicarse a la cooperación en países del Tercer Mundo. La Secretaría General de Juventud y la Agencia Catalana de Cooperación al Desarrollo ofrecen sendos contratos laborales a 10 jóvenes universitarios que aspiren a ser cooperantes. Los requisitos: que sean menores de 30 años y estén sin trabajo.
Los seleccionados trabajarán durante seis meses en 10 proyectos de cooperación ya en marcha llevados a cabo por organizaciones no gubernamentales. Entre ellos, fomentar la educación nutricional, impulsar la igualdad entre sexos y escolarizar a adultos. Sus destinos: Nicaragua, Guatemala, Bolivia, la República Dominicana, Camerún y Marruecos.
Esta experiencia permitirá a los jóvenes "entrar en contacto con la profesión de cooperante", explicó el director de la Agencia Catalana de Cooperación, David Minoves. Esta profesión, recordó, "no precisa únicamente voluntarios, sino también personas con formación, vocación y experiencia". "Este plan rompe un círculo vicioso que también se da en la cooperación. A los jóvenes ya se les exige experiencia en su primer trabajo", explicó la secretaria de Juventud, Marta Rosàs.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 13 de enero de 2006