Estos días se vuelve a hablar de la necesidad de romper el trazado radial de las infraestructuras, facilitando la comunicación en red y la movilidad de los ciudadanos. A finales del año pasado, el Departamento de Política Territorial presentó el estudio del trazado de la línea orbital ferroviária, que irá de Vilanova a Mataró sin pasar por Barcelona, y el jueves pasado el grupo de trabajo que ha de evaluar la propuesta mostró su satisfacción.
Como pasa en Barcelona, en ciudades como Terrassa, Sabadell o Mataró muchas de las personas que trabajan no viven allí y cada día han de desplazarse haciendo transbordos o largos recorridos en tren o en coche. Muchas de estas ciudades se han convertido en grandes capitales que ofrecen multitud de servicios de ocio, sanitarios, educativos, etcétera. Creo que habría que apostar por la conexión de estas poblaciones y dejar atrás el centralismo imperante en los últimos años.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 15 de enero de 2006