Agentes de la Guardia Civil y de la policía detuvieron ayer en Melilla a un conductor que atravesó el control fronterizo a toda velocidad en un coche en el que transportaba, hacinados, a 14 inmigrantes indocumentados de origen asiático, y que en su huida chocó contra una de las vallas de la aduana.
Los hechos se produjeron sobre las cinco de la madrugada en la frontera de Beni-Enzar, cuando un vehículo con matrícula falsa sobrepasó a gran velocidad los controles aduaneros español y marroquí. Cuando los agentes dieron el alto al conductor, éste trató de atropellarles. Uno de los policías trató de detener el vehículo efectuando un disparo intimidatorio a las ruedas del vehículo, sin conseguir su objetivo. Después, el coche colisionó contra una valla. A pesar de ello, logró huir, según informaron fuentes de la Delegación del Gobierno.
En la persecución intervinieron patrullas de la policía y del instituto armado, una de las cuales localizó minutos más tarde el automóvil estacionado en una calle de Melilla con nueve inmigrantes de procedencia asiática en su interior y otros cinco en las inmediaciones.
El conductor, H. K., de 27 años y residente en la cercana localidad marroquí de Nador, estaba escondido bajo otro coche aparcado en la zona. Ha sido puesto a disposición judicial como presunto autor de un delito contra los derechos de los ciudadanos extranjeros, otro de falsificación de matrícula y un tercero de desobediencia grave a agentes de la autoridad.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 15 de enero de 2006