El Tribunal Supremo ha confirmado la condena de 40 años de cárcel impuesta por la Audiencia Provincial de Cádiz en noviembre de 2004 a un inmigrante marroquí por colaborar en la conducción de una patera, "en unas condiciones de enorme riesgo", que provocaron que 37 personas perdieran la vida en octubre de 2003 al naufragar la embarcación en aguas del Estrecho.
La Sala de lo Penal del Supremo desestima así el recurso interpuesto por el acusado contra la sentencia dictada por la Audiencia Provincial de Cádiz, que le condenaba a la citada pena -y a indemnizar con 90.000 euros a los familiares de los fallecidos- por un delito contra los derechos de los ciudadanos extranjeros y otros 37 de homicidio por imprudencia grave.
A juicio del Supremo, el hecho de que el acusado "colaborase activamente en el transporte marítimo de más de 40 personas en unas condiciones de enorme riesgo (...) en una frágil embarcación, sobrecargada, sin medio alguno para el salvamento en caso de naufragio (...), constituye, sin duda, la comisión de una gravísima falta de cuidado que, en modo alguno, puede ser calificada como simple falta".
Según la sentencia recurrida, el acusado estaba al servicio de la persona que tomó el mando de la patera que partió el 24 de octubre de 2003 de "un lugar indeterminado de la costa norteafricana" y al día siguiente llegó a aguas del Estrecho, en la zona de Cádiz, donde "el estado del viento y de la mar comenzó a empeorar notablemente".
En ese momento, prosigue la sentencia, el primer oficial del buque Focs Tenerife avistó la embarcación y, "ante la situación de riesgo", avisó a Salvamento Marítimo. La patera llegó a aproximarse a unos 50 metros del buque, pero "pese a lo comprometido de la situación (...), ni el acusado ni quien pilotaba la embarcación permitieron ser auxiliados", destaca la Audiencia de Cádiz.
Finalmente, una ola hizo volcar la patera. El acusado sobrevivió junto a otras cinco y fue detenido el 28 de octubre en el puerto de Algeciras cuando intentaba huir a Marruecos.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 15 de enero de 2006