El Ayuntamiento de Barcelona se ha empeñado en no tener bañistas de invierno. Quienes queremos ir a la playa y zambullirnos en pleno invierno, con las aguas frías, no disponemos de condiciones higiénicas ni de seguridad. Las playas son un vertedero, sin agua en las duchas y con la arena llena de restos sólidos y excrementos.
¿Por qué no limpian lo poco de natural que nos queda.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 17 de enero de 2006