El compromiso adquirido el pasado domingo en Valencia por el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, quien prometió que para el año 2010 estarán concluidas las obras del tren de alta velocidad (AVE) que debe conectar Madrid con las tres capitales de provincia de la Comunidad Valenciana, suscitó ayer, por un lado, "dudas" de diversos representantes empresariales y, por otro, airadas réplicas de algunos portavoces socialistas hacia comentarios que calificaron como "interesados".
Rafael Montero, secretario general de Cierval, la patronal autonómica, comentó que los empresarios consideran 2010 "una fecha razonable para concluir el tren de alta velocidad dados los retrasos que ha sufrido sobre las previsiones iniciales", pero deslizó que el plazo "plantea serias dudas ya que aún está por definir el trazado entre Cuenca y Madrid y entre Valencia y Castellón".
Por su parte, Arturo Virosque, presidente de la Cámara de Comercio de Valencia, afirmó que "los empresarios valencianos no son muy optimistas" hacia el compromiso que el presidente del Gobierno anunció el domingo al clausurar la conferencia política de los socialistas valencianos, pero concedió que "el tiempo dirá si cumple o no".
Mientras, José Vicente González, presidente de la Confederación Empresarial Valenciana (CEV), la patronal provincial de Valencia, reiteró que el año 2009 sería la fecha "adecuada" para la llegada del tren de alta velocidad, pero asumió que sería "aceptable" que las obras concluyan en 2010.
Anuncio "sin precedentes"
Los socialistas reaccionaron ante estas manifestaciones de los empresarios y salieron en defensa del presidente del Gobierno. Así, José Antonio Godoy, portavoz socialista de Infraestructuras en las Cortes Valencianas, calificó el compromiso del presidente de Gobierno como "histórico y sin precedentes" en el desarrollo de las infraestructuras de la Comunidad Valenciana. "El mensaje del presidente del Gobierno ha sido claro y explícito", añadió. Vicent Sarriá, secretario de Organización del PSPV, se preguntó, por su parte, por el origen de las dudas de algunos empresarios cuando el presidente de Gobierno "fue rotundo" en sus afirmaciones. "Tal vez sean intencionadas", sugirió Sarriá
La polémica sigue a las presiones que han sufrido las organizaciones empresariales ante la coincidencia de dos actos políticos del PSOE y el PP, el domingo pasado en Valencia. Para sortear la polémica, muchos empresarios optaron por quedarse en casa, entre ellos algunos de los más destacados emprendedores valencianos como Juan Roig, presidente de Mercadona; los hermanos Serratosa, propietarios de Air Nostrum y socios mayoritarios de Uralita; Vicente Boluda, presidente de Unión Naval; o los hermanos Ballester, promotores inmobiliarios, entre otros.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 17 de enero de 2006