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OPINIÓN DEL LECTOR

Hormiguitas

Cada día que pasa, soy más consciente de lo hormiguitas que somos. Llevo dos meses esperando que Repsol venga a hacerme la instalación del gas de la calle a la casa, menos de dos metros, en Buñol.

En septiembre, tras tener a nuestro hijo, decidimos ponernos la calefacción. Como en el municipio es Repsol el que canaliza el gas, tienes que acudir a ellos por obligación. Al principio todo facilidades: pago aplazado, inmediatez en la ejecución de la obra, antes del invierno... A día de hoy nada de esto se ha producido. El comercial de zona no ha hecho nada: falta de personal, aplazamiento por las fiestas, problemas con la empresa subcontratada, problemas con las licencias de obra....

Sin ningún tipo de explicación, sin ninguna oficina física a la que poder acudir a poner la reclamación pertinente, unas teleoperadoras/es ineficaces y sin recursos, incapaces de aportar solución alguna más allá de las que les muestra su ordenador, o sea, ninguna, las más de veinte llamadas así lo avalan, y todas ellas a una línea 901, calculen el gasto. ¿Pero es que no tienen a personal cualificado que dé una explicación coherente de por qué no se nos instala algo que ya pagamos el 14 de octubre?

¿Qué hacer frente a una gran multinacional a la que le da igual el sacrificio de 5.000 euros de una familia de clase media y un bebé de 9 meses que pasa frío? ¿Somos o no somos hormiguitas.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 18 de enero de 2006