Las 500 cajas con documentación de la Generalitat, incautada a partir de la llegada de las tropas franquistas a Barcelona en 1939, iniciaron ayer su viaje de regreso desde Salamanca hasta su destino final, Cataluña. La ciudad salmantina vivió con indiferencia la salida de los papeles, que fueron sacados en carretillas. Los documentos se encuentran en Madrid en una cámara acorazada del Ministerio de Cultura hasta su definitiva salida hacia Cataluña. La ministra Carmen Calvo expresó su satisfacción por el cumplimiento de la ley "con prudencia y transparencia". El alcalde de Salamanca, Julián Lanzarote (PP), aseguró que el traslado supone un "expolio a sangre y fuego".
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* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 20 de enero de 2006