Un soldado de la Brigada Ligera Aerotransportable abraza a su madre en el aeropuerto de Lavacolla (Santiago), tras regresar junto a otros 149 compañeros de Pakistán, donde pasaron tres meses ayudando a las víctimas del terremoto que asoló la zona en octubre pasado. Tras hacer escala en Santiago para "dejar en casa" a 66 miembros de la BRILAT, los 104 restantes llegaron a Madrid, donde se mostraron orgullosos de su trabajo en Cachemira. "Aunque aún se puede hacer más", añadieron.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 21 de enero de 2006