Unas 70 personas se tumbaron ayer desnudas en la plaza de Sant Jaume de Barcelona, para protestar contra el uso de pieles de animales en la confección de prendas de vestir. El número 70 fue elegido porque es la cifra de visones necesarios para un abrigo. Los manifestantes se tumbaron en el suelo simulando ser cadáveres para proponer una reflexión a los consumidores. Muchos curiosos se pararon a presenciar el espectáculo. Los convocantes denunciaron que cada año millones de animales son capturados en trampas, ahogados o golpeados y que los que proceden de granjas son gaseados, electrocutados o estrangulados. Según los manifestantes, la industria peletera "es una industria cruel" ya que "nada justifica matar y arrancar la piel de los animales por vanidad".
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 22 de enero de 2006