Dice un adagio: "El pueblo que honra a los grandes artistas, se honra a sí mismo". Por ello, yo que soy un veterano melómano, vengo sugiriendo al Ayuntamiento de Valencia desde hace 14 años que le dedique una calle al más precoz y genial compositor europeo: Wolfgang Amadeus Mozart. Pero mis súplicas no han sido complacidas. Como quiera que el 27 del presente mes de enero se cumplirán los 250 años del nacimiento de Mozart, efeméride que se exaltará en todo el mundo, yo pido nuevamente a la alcaldesa de Valencia, Rita Barberá, que ponga todo su interés para que el irrepetible Mozart tenga muy pronto su calle en nuestra capital, dado que ya la tiene no sólo en Madrid y Barcelona (donde se la dedicaron hace casi un siglo) sino también en capitales más pequeñas que Valencia, como Albacete, Murcia, Granada, Santander, Zaragoza, etc. Mención especial para Málaga, que es la capital con más calles dedicadas a compositores e intérpretes musicales.
A ver si Valencia, que puede presumir de muy buena actividad musical, empieza a presumir de destinar calles a los grandes compositores europeos, empezando por el genial Mozart, y prosiguiendo con Bach, Brahms, Schubert, Vivaldi, Rossini, Verdi etc.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 22 de enero de 2006