La modelo británica Kate Moss ha aceptado finalmente declarar ante la policía británica, que lleva tiempo queriendo interrogarla sobre su supuesto consumo de drogas. Moss, de 32 años y madre de una hija de tres años, ha comunicado a la Policía Metropolitana a través de sus abogados que cooperará con la investigación policial. Se cree que a condición de su regreso voluntario, Moss no sufrirá la humillación de ser detenida y esposada al pisar suelo británico, como había amenazado la policía británica, indignada por la negativa de la modelo a presentarse aquí. Moss quedará en libertad bajo fianza mientras los detectives la entrevistan y comunican los resultados de su investigación a la fiscalía de la Corona, que deberá decidir sobre su eventual procesamiento. La policía británica ha querido interrogar a Moss desde que, en septiembre, un periódico británico publicó fotos en las que supuestamente aparecía esnifando cocaína junto a su novio de entonces, el cantante y drogadicto confeso Pete Doherty.-
* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 23 de enero de 2006