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Tribuna:Apuntes

La Politécnica da hasta 3.000 euros por tener una idea

La universidad incentiva económicamente la participación en la mejora del campus

Entre enero y marzo de 2002, José Enrique Martínez Martínez, alumno de Informática, tuvo una idea: Al campus de Vera le hacía falta un supermercado. Nada de quioscos, ni peluquerías, ni más oficinas bancarias. Lo que de verdad le hacía falta al campus era un supermercado. Su idea no se ha llevado a la práctica, y es posible que nunca se lleve. A él, de todas formas, le dieron 300 euros.

El Área de Información de la Universidad Politécnica de Valencia creó en el año 2000 el Certamen Buenas Ideas. Para "fomentar la participación de la comunidad universitaria" y para "aprovechar el potencial de todas las personas" que la componen. Desde entonces se celebran tres convocatorias al año, abiertas a estudiantes, profesores y personal de administración y servicios (PAS), a excepción de los "cargos académicos en el ámbito de su responsabilidad".

Las propuestas son evaluadas por un comité, que puede conceder tres categorías de premios: el de "Idea aprovechable" (300 euros); el de "Buena idea" (1.500 euros) y el de "Idea excelente" (3.000 euros).

La de Martínez Martínez resultó aprovechable, como otras 52 del total de 54 propuestas premiadas. Las dos restantes lograron la categoría de Buena Idea. Los 3.000 euros no los ha ganado nadie.

La mayoría de las ideas son modestas: Instalar un tablón de anuncios para compartir los trayectos en coche (Andrés Alba, profesor de Termodinámica); abrir un taller de bicicletas (José Puchades, alumno de doctorado) o plantar flores (Ion Pérez, estudiante de la escuela de agrónomos y Josep Pedregal, estudiantes de Bellas Artes). Y no es raro que lo sean. Las bases establecen que las buenas ideas son aquellas que mejoran el funcionamiento de la universidad, "son fáciles de llevar a cabo y cuya aplicación no supone una elevada inversión ni la resolución previa de otros problemas".

Las propuestas no pueden exceder las tres líneas mecanografiadas. El secreto de las dos ganadoras de los 1.500 euros fue aunar concisión y complejidad: Hans Gallardo, alumno de Diseño Industrial, propuso en 2001 la "creación de una plataforma de apoyo a la formación, desarrollo e investigación en el ámbito de las Nuevas Tecnologías de la Información y las Comunicaciones". Y Santiago Alvarruiz y Enrique Santiago, ambos PAS, la "optimización de una fase del sistema de pagos de la universidad: Identificación de la documentación por códigos de barras y utilización de lector óptico".

* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 23 de enero de 2006