Un helicóptero con siete ocupantes desapareció el sábado, tras despegar de Peshawar, en el noroeste de Pakistán, con destino a Turkmenistán. El aparato, un Mi-8 de fabricación rusa, había sido alquilado por la Cruz Roja para participar en las tareas de ayuda a los damnificados por el terremoto que azotó Pakistán en octubre pasado.
Los ocupantes, todos de nacionalidad turcomana, según las primeras informaciones, habían terminado la misión que se les había encomendado y regresaban a casa. Rashad Akhundov, portavoz de la Cruz Roja en la ciudad paquistaní de Muzaffarabad, dijo que la última comunicación por radio mantenida con el helicóptero lo situaba en la frontera entre Pakistán y Afganistán.
El aparato nunca llegó a establecer contacto con la base aérea afgana de Bagram, por lo que se cree que pudo estrellarse en las montañas fronterizas, donde se han registrado tormentas de nieve y las temperaturas rondan los 30 grados bajo cero. Varios aviones, incluyendo cazas F-16 y Harrier de las fuerzas de la OTAN en Afganistán, participan en la búsqueda del helicóptero.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 23 de enero de 2006