El juez que investiga las millonarias cuentas secretas que Augusto Pinochet mantuvo ocultas en el exterior de Chile procesó y ordenó ayer el arresto domiciliario de toda la familia cercana del ex dictador, incluyendo su esposa, cinco hijos y una de sus nueras, así como a tres de sus ex colaboradores, como autores de los delitos de evasión tributaria por un monto equivalente a 4,4 millones de euros y falsificación de pasaportes.
Los 13 autos de procesamiento que dictó en total el juez Carlos Cerda son el más duro golpe judicial que ha recibido el clan Pinochet después de la apertura de causas contra el ex dictador. La resolución, que afectó a todos sus parientes directos, les concedió la libertad provisional, previa aprobación por parte de la Corte de Apelaciones de Santiago y el pago de una fianza variable según los casos, y les permitió dormir anoche en sus domicilios. Los procesados deberán presentarse hoy a primera hora ante Gendarmería a la espera de que la Corte resuelva si acepta la libertad bajo fianza que aprobó el magistrado.
Para dictar este procesamiento, el juez reunió a toda la familia directa del ex dictador, incluidos los cónyuges de sus hijos, en el domicilio de éste para que la secretaria de la Corte de Apelaciones les informara uno por uno de su situación.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 24 de enero de 2006