Lo de la carta de José Pablo Palencia Cabañas, publicada en Opinión del Lector el sábado 21 de enero, es muy divertido.
Ahora resulta que somos los peatones -yo casi siempre lo soy, no tengo ni coche ni carné-, los que invadimos los pasos de cebra y nos abalanzamos literalmente sobre los autos que, con frecuencia, no suelen parar, poniendo en grave peligro la integridad física de los sufridos conductores.
Increíble.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 24 de enero de 2006