Los vecinos de la zona norte de Madrid se manifestaron ayer por la mañana a las puertas de la terminal 1 del aeropuerto de Barajas para protestar contra el ruido, el riesgo y la contaminación de los aviones. El problema, según ellos, se debe en parte al cambio de rutas aéreas que entró en vigor el pasado 7 de julio. A la protesta acudieron más de 1.000 personas, según los organizadores, y se saldó con dos detenidos -un hombre y una mujer- acusados de "desacato a la autoridad".
Según uno de los portavoces de las asociaciones convocantes, la manifestación transcurrió con normalidad, "haciendo todo el ruido posible, para que vieran lo que sufren los vecinos". Cuando un grupo de manifestantes entró en la terminal y se dirigía hacia uno de los mostradores, la policía intervino y detuvo a uno de los vecinos. "Él se resistió un poco y se lo llevaron en volandas", explica uno de los portavoces de la asociación. Una mujer, de 28 años, quiso ayudarle y al intervenir fue arrestada también. Los vecinos esperaron a las puertas de las dependencias policiales del aeropuerto hasta que los detenidos salieron, uno de ellos "con la nariz hinchada", según otro vecino. Ambos han denunciado agresiones por parte de la policía.
La manifestación había sido convocada por asociaciones de vecinos de urbanizaciones del norte de Madrid entre las que se encuentran las de Santo Domingo, Ciudalcampo, Fuente del Fresno y Club de Campo. El presidente de la asociación convocante, Jesús Coca, aseguró que "detrás del cambio de rutas se esconde una maniobra urbanística para que zonas de Algete y Fuente El Saz que antes tenían afección acústica se recalifiquen". Según Coca, "se forran unos a costa de fastidiar a unas 20.000 personas que llevan en sus casas 30 años".
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 29 de enero de 2006