Los conceptos matemáticos no tienen por qué ser abstracciones que aburren a los escolares, sino que pueden aplicarse a las coloristas figuras geométricas que pueblan los azulejos del Real Alcázar de Sevilla; mientras que los libros y mapas que usaban sus bisabuelos servirán a los alumnos del Colegio Macarena no sólo para aprender geografía, sino también para saber cómo era la educación en 1920. Éstos son algunos de los proyectos de Innovación Educativa que se realizan este curso en Andalucía.
Se trata de una forma de educar que no está en los planes de estudio y parte desde abajo, de propuestas que realizan profesores de todos los niveles educativos y que implican cambios en el sistema docente, haciendo que el proyecto escogido se aplique en cuantas asignaturas sea posible y llegue a casi todo el centro. La dirección General de Innovación Educativa y Formación del Profesorado de la Consejería de Educación puso en marche este plan en 1999, pero este año se ha batido el récord de número de proyectos aprobados (115 de los 210 que se presentaron) e inversión (191.000 euros). Hay implicados 2.108 profesores de toda Andalucía.
Sevilla, con 23 proyectos aprobados, es la provincia que más ha conseguido; pero se realizarán en todas. Destacan Málaga, con 20, y Granada, con 16. "Se trata de hacer más atractiva una asignatura para motivar al alumnado o de idear una actividad que se aplique en varias asignaturas. Por ejemplo, una de las propuestas que se han realizado es sobre la necesidad de tener una dieta saludable y la están impartiendo en Biología, en Matemáticas y en Educación Física", explica Carmen Rodríguez Martínez, directora general de Innovación Educativa.
"La consejería lo que hace es conceder al centro una subvención para que desarrolle su proyecto, pero son ellos los que adaptan los contenidos de las asignaturas y los que lo desarrollan todo. Además, un proyecto no tiene por qué terminar con el curso, se puede seguir desarrollando o el centro lo puede asimilar como propio y aplicarlo siempre; aunque las ayudas económicas se limitan a dos cursos", añade Rodríguez Martínez.
Entre los proyectos de innovación que la consejería ha aprobado este curso se encuentra el Museo pedagógico Altos Colegios: Usos didácticos del patrimonio histórico educativo que ha presentado el Colegio de Infantil y Primaria Macarena -llamado popularmente Altos Colegios- y que coordina Luis Medina junto a un equipo de 12 profesores.
"Pretendemos que los alumnos aprendan a valorar su propio patrimonio, los materiales educativos que conserva el colegio que son de finales del siglo XIX y principios del XX, y la importancia que el colegio ha tenido siempre en el barrio", explica Luis Medina. Los alumnos del Macarena, que durante las obras de rehabilitación de Altos Colegios están reubicados en el Centro Padre Manjón, están estudiando geografía con los mapas que inventó precisamente el padre Manjón en la década de los veinte para hacer que los niños gitanos del Sacromonte granadino estudiaran geografía.
"Son piezas preciosas que basaban la enseñanza en la experiencia; así que Manjón creó mapas en los que corría agua de verdad para simular el curso de los ríos", aclara el responsable del proyecto.
De momento, los alumnos están trabajando en la catalogación de los antiguos libros de texto que atesora el Macarena, cuya sede es el primer edificio que se construyó ex profeso en Sevilla para ser una escuela, en 1894. Cuando las obras terminen, el Macarena tiene previsto abrir un museo pedagógico.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 31 de enero de 2006