El Gobierno marroquí ha zanjado el conflicto abierto con el sector azulejero sin incrementar los aranceles y estableciendo unos contingentes máximos difíciles de traspasar para los fabricantes de la Unión Europea.
Marruecos adoptó el pasado mes de febrero unas medidas de salvaguarda con las que bloqueó las importaciones de baldosas cerámicas a través de la aplicación "obligatoria" de una norma internacional de calidad que es de carácter voluntario. El Gobierno marroquí alegó que el cierre de fronteras a los productos cerámicos se había fijado como medida proteccionista ante el alza de la exportación china. El pasado mayo el comercio se normalizó gracias a las gestiones de la patronal cerámica, Ascer, en sintonía con las autoridades españolas.
Sin embargo, la ausencia de un acuerdo escrito provocó una incertidumbre que se disparó en agosto pasado, cuando Marruecos anunció su intención de gravar las importaciones de productos cerámicos con un arancel del 77%. Tal arancel nunca se llegó a aplicar porque no se publicó en los correspondientes boletines oficiales.
Ahora, el Gobierno marroquí ha resuelto el caso con fecha del 26 de enero al establecer unos contingentes máximos de importación que penalizan principalmente a los países emergentes.
Según fuentes de la patronal cerámica, Marruecos podrá importar una cantidad límite de pavimentos y revestimientos cerámicos esmaltados con los mismos aranceles que imponía hasta antes de la apertura de la investigación. A partir de esa cantidad límite, los importadores deberán pagar una sobretasa.
Para Ascer, pese al carácter restrictivo de la medida, esta supone "una resolución más favorable" que la propuesta por las autoridades marroquíes el pasado mes de agosto, ya que las cifras marcadas para el producto europeo "se aproximan a las cifras históricas de exportación"
La Unión Europea "podrá seguir exportando las cantidades que vendía antes de la investigación", según las mismas fuentes. Además, las exportaciones de azulejo previas al 26 de enero de 2006 quedan fuera del ámbito de aplicación de la salvaguardia, y quedan por tanto excluidas del cálculo del nuevo contingente.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 31 de enero de 2006