Las relaciones entre Oriente y Occidente en el siglo XIV constituyen el eje sobre el que gira la exposición Ibn Jaldún: El Mediterráneo en el siglo XIV. Auge y declive de los imperios, que podrá verse el próximo mes de mayo en el Real Alcázar de Sevilla.
La muestra, organizada por la Consejería de Cultura y la Fundación El Legado Andalusí, reunirá un centenar de piezas nacionales e internacionales que servirán para explicar las relaciones políticas, económicas y sociales entre Europa y el mundo árabe-magrebí en el siglo XIV.
La conmemoración este año del VI centenario de la muerte de Ibn Jaldún, el pensador musulmán con más proyección internacional, sirve para estructurar la exposición que se ocupa de los países situados en el Mediterráneo. De ascendencia andalusí, Ibn Jaldún visitó Andalucía -estuvo en Sevilla y Granada entre 1363 y 1365- y vivió en la corte nazarí de Muhammad V, de quien fue embajador ante Pedro I El Cruel. Entre sus obras como historiador destaca Muqqadima.
"Los estados europeos y musulmanes estarán presentes a través de sus culturas y conflictos, sus intercambios comerciales, organización económica y el legado artístico que marcó este período", escribe Jerónimo Páez, consejero de El Legado Andalusí.
El casco del sultán Ibn Qalawun, del Museo Real de Arte e Historia de Bruselas; un manuscrito de Historia universal, de Ibn Jaldún, procedente de la Biblioteca Nacional de Francia, y un cuadrante astrolábico, de la David Collection de Copenhague, son algunas de las piezas que podrán verse en el Alcázar sevillano. Entre los objetos españoles destacan el pendón de la batalla de Salado, de la Catedral de Toledo; la silla prioral de Blanca de Aragón, del Museo Diocesano de Lleida, y una carta del soberano hafsí de Túnez al rey Jaime II de Aragón, que procede del Archivo de la Corona de Aragón.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 4 de febrero de 2006