La Guardia Civil ha dado por desmantelada una red que se dedicaba al expolio de restos arqueológicos submarinos en aguas de Cádiz. En la operación, que el instituto armado ha denominado Bahía, han sido detenidos, hasta el momento, tres tripulantes del barco Louisa, que estaba atracado en el muelle comercial de El Puerto de Santa María. En el interior del buque han sido halladas piezas arqueológicas.
También había armas de asalto preparadas para disparar y material de alta tecnología para las prospecciones y el buceo. Los investigadores consideran la red "peligrosa" y "sofisticada". El coronel jefe de la comandancia de Cádiz, Antonio Dichas, tiene claro que los miembros de la banda de cazatesoros no son unos principiantes.
La operación de la Guardia Civil, en la que han colaborado técnicos del Centro Andaluz de Arqueología Subacuática de Cádiz (CAS), dependiente de la Junta, ha permitido recuperar 27 bolas de cañón del siglo XVII, tres anclas romanas del siglo II antes de Cristo, un cuello de ánfora fenicia, una bolsa con balas de metralla usadas en la batalla de Trafalgar y un trozo de madera antigua.
Los tres detenidos son la hija del capitán del buque, de nacionalidad estadounidense, y otros dos tripulantes procedentes de Hungría. El capitán aún no ha sido detenido.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 5 de febrero de 2006