El Ministerio de Comunicación de Marruecos prohibió, el viernes, la entrada y distribución de EL PAÍS porque en su portada reproducía la caricatura del dibujante Plantu sobre el profeta Mahoma, publicada ese mismo día por el diario francés Le Monde. Este rotativo no llegó a ser censurado por la aduana marroquí porque, a petición de su distribuidor en el país, no envió a Casablanca los casi 10.000 ejemplares que coloca a diario en los quioscos de Marruecos.
Junto con EL PAÍS, Rabat ha vetado la entrada de otros muchos periódicos, como el francés France Soir, el alemán Die Welt, el italiano Corriere Della Sera o el español ABC, por reproducir alguna de las viñetas que publicó el 30 de septiembre pasado el diario danés Jyllands-Posten.
El Ministerio de Comunicación hizo público, el miércoles, un comunicado en el que justifica la censura de France Soir, el primer diario que llegó al aeropuerto de Casablanca con las caricaturas. "Representan una manifiesta y gratuita provocación para las creencias de los musulmanes", alega, y anuncia de paso que cualquier otra publicación "que ofenda los sentimientos religiosos de una comunidad de 1.500 millones de creyentes será prohibida".
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 5 de febrero de 2006