La ministra de Sanidad, Elena Salgado, se refirió ayer a la polémica creada por sus declaraciones del miércoles, en las que afirmaba que estaba dispuesta a ir "un paso más allá" si no había más bares y restaurantes pequeños que prohibieran fumar. Según Salgado, la actual ley permite incentivar estas actitudes, pero esos estímulos no serán económicos, sino mediante "información" sobre el daño del humo en los fumadores pasivos.
La ministra negó que vaya a establecer una "prohibición total" de fumar en los establecimientos, a la vez que señaló que todo avance se hará "dentro de la ley" actual. Para la ministra, deducir de sus palabras del miércoles que iban a aumentar las restricciones para fumar en los establecimientos pequeños -los grandes tienen la posibilidad de crear zonas separadas para fumadores- es una "mala interpretación".
La ley "tiene un amplio recorrido", y "las medidas que puedan arbitrarse se darán dentro del marco de la normativa actual", insistió Salgado. "Los que se han rasgado las vestiduras y han hablado de amenazas tal vez se han precipitado un poco", resaltó, en alusión a los representantes del sector de los hosteleros, que interpretaron la voluntad de ir "un paso más allá" de Salgado como un anuncio de futuras restricciones.
La titular de Sanidad resaltó que "se debe hacer una política activa que facilite que haya espacios sin humos" y apuntó que, de tomarse medidas conjuntas con las comunidades y los ayuntamientos en los locales pequeños donde todavía se permite fumar, "siempre se harán dentro del marco de la ley" antitabaco.
Para impulsar que los dueños de estos bares y restaurantes se animen a hacer de sus locales espacios sin humo, la ministra apuntó la posibilidad de insistir en la "información" o en campañas sobre los daños que produce el tabaquismo pasivo en los niños. De esta forma, defendió "que la información de ese lugar sin humos se pueda difundir de una manera más permeable para que se incentive que cada vez haya más locales sin tabaco".
Pero Salgado no zanjó ahí su propuesta. Si al final de año "los padres que quieran tomarse un café o un refresco con los niños no encuentran en su localidad ningún sitio donde se prohíba fumar, con un ambiente libre de humos", habrá que hacer "una reflexión", apostilló.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 5 de febrero de 2006