Santa Bárbara y Changó. Natalia Bolívar y Eduardo Roca, Choco. Cuatro nombres y cuatro manos unidas en un solo proyecto artístico, que tiene mucho que ver con la identidad cubana y más aún con la religión de origen africano conocida por santería. La antropóloga Bolívar, descendiente del Libertador venezolano y estudiosa de las creencias afrocubanas, ha unido talento y esfuerzos con el artista y grabador Choco para dar vida a Alafi-Oché-Changó, una colagrafía que recrea el encuentro y fusión de los dioses yorubas y santos católicos en esta isla del Caribe. "Santa Bárbara, patrona de los artilleros, llegó bien temprano en los barcos españoles para proteger la aventura. Changó, dueño del trueno, la virilidad, el baile y la guerra, fue en la mente de los esclavos raíz de resistencia. Hoy, para los cubanos es una sola divinidad: mitad hombre, mitad mujer; mitad negra, mitad blanca", dice Natalia Bolívar en el Taller del Sol, en La Habana Vieja, donde Chocolate tiene su estudio. Los dos han trabajado juntos por primera vez, y ha sido una experiencia singular. "Natalia representó a santa Bárbara y yo hice la versión de Changó. Son cosas de grandes fuerzas, de grandes colores, está toda su carga mágica", según Choco. Después de tres semanas, ya está terminada la obra, que se presentará al público por primera vez el 11 de febrero en la galería Espacios (Madrid), que comercializa la obra de 30 artistas cubanos residentes en la isla. El actor Jorge Perugorría también exhibirá esta semana en Espacios Santiago y la Virgen en la fiesta del fuego, documental de su autoría que aborda el tema del sincretismo y la práctica del vudú en el oriente de Cuba.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 6 de febrero de 2006