El Gobierno iraní siguió ayer los pasos de Arabia Saudí, Siria y Libia y anunció la llamada hoy a consultas a su embajador en Dinamarca, Ahmad Daniali, por las caricaturas. "Las libertades deberían ir acompañadas de respeto", manifestó el portavoz de Exteriores, Hamid Reza Asefi, al dar a conocer la medida. Las autoridades iraníes sostienen que la reproducción de las viñetas en varios periódicos europeos, prueba que se trata de "una conspiración" contra el islam. Sobre esa base, Irán ha solicitado una reunión extraordinaria de la Organización de la Conferencia Islámica.
El portavoz de Exteriores, que calificó de "fea y villana" la publicación inicial de las viñetas en el diario danés, también dio a entender que su Gobierno considera establecer restricciones para los periódicos implicados. "Si los periódicos que han impreso las caricaturas no se disculpan ante los musulmanes, prohibiremos las actividades de sus reporteros en Irán", declaró más tarde el responsable de la prensa extranjera en el Ministerio de Cultura y Orientación Islámica, Mohamed Hosein Joshvaght. A instancias del presidente Mahmud Ahmadineyad, el Gobierno creará un comité para revisar los lazos comerciales con los países implicados en la disputa.
A diferencia de otros países islámicos, el malestar de los iraníes por la representación de Mahoma no se ha traducido en incidentes violentos contra las Embajadas o los intereses de Dinamarca o la UE. La televisión local muestra una y otra vez imágenes de las manifestaciones pacíficas que se celebraron el viernes por todo el país. En contraste con la utilización política que muchos Gobiernos están haciendo de los dibujos, el gran ayatolá Alí al Sistani, líder espiritual de los chiíes iraquíes, ha tenido una reacción más ponderada.
Instigación al crimen
Mientras tanto, el autodenominado Ejército Islámico de Irak, que ya ha secuestrado y asesinado a varios occidentales en su país, convocó ayer, en la ciudad de Ramadi, "a matar y a descuartizar" a ciudadanos de los países donde se han publicado los dibujos de Mahoma. "Juramos por Dios que si atrapamos a uno de sus ciudadanos en Irak, lo haremos pedazos para vengar al profeta", dice el grupo en un comunicado aparecido en Internet.
El Ministerio de Transportes iraquí canceló sus contratos con empresas danesas y anunció su rechazo a cualquier ofrecimiento de dinero para la reconstrucción del país por parte de Dinamarca.
En Turquía, 300 personas se manifestaron ayer frente al Consulado danés en Estambul y arrojaron huevos contra el edificio. La policía impidió a los manifestantes entrar en el edificio.
En Afganistán, el presidente, Hamid Karzai, declaró sentirse "muy ofendido" por las caricaturas, pero llamó a la calma a los musulmanes.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 6 de febrero de 2006