El 31% de los jóvenes confiesa haber cometido algún acto vandálico y el 18,9% de los hogares andaluces está afectado por delincuencia o vandalismo en la zona de su vivienda, según la última Encuesta de Condiciones de Vida, que elabora el Instituto Nacional de Estadística. Los agentes Benito Santos y Antonio Romero probaron en el colegio Mirandilla una microencuesta para contrastar estos datos. Entregaron a los 33 alumnos papeles en blanco en los que debían escribir un sí o un no. 20 (el 66% de la clase) respondieron afirmativamente y confesaban, de forma anónima, haber roto alguna vez algún cristal, destrozado una papelera, pinchado una rueda o dibujado una pintada en la pared, entre otros casos hipotéticos de vandalismo.
El perfil medio del vándalo describe a un joven varón de entre 13 y 21 años, que actúa en grupo con tres o cuatro personas más, y que suele actuar por la noche y los fines de semana. Es la personificación de la pesadilla para algunos ayuntamientos. Como ejemplos, el Ayuntamiento de Sevilla gastó el pasado año 1.597.576 euros en reponer destrozos. El de Cádiz, invirtió 351.000, más del 60% del presupuesto de la concejalía de Vías y Obras. En Sevilla se ha optado por el programa Quien la hace la paga, que incluye medidas para la resocialización de los infractores. En Cádiz, la policía de barrio, con su seguimiento próximo al problema, busca aportar soluciones desde las escuelas.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 7 de febrero de 2006