Un malentendido provocó ayer un nuevo desencuentro entre Pasqual Maragall, presidente de la Generalitat de Cataluña, y José Blanco, secretario de Organización del PSOE. Tras la ejecutiva federal socialista, Blanco respondió a unas supuestas declaraciones de Maragall el pasado domingo que en realidad éste no había pronunciado.
"El PSOE no tiene capacidad para decidir sobre el Gobierno de Cataluña, pero Maragall tampoco la tiene sobre el Gobierno de España", le espetó Blanco. Con este dardo respondió a Maragall, quien el domingo advirtió del "fraude histórico" que se cometería si la colaboración entre PSOE y CiU en el Estatuto y en el Congreso pone en peligro la mayoría progresista del tripartito.
Sin embargo, y en contra de lo que interpretó el dirigente del PSOE, el presidente catalán no entró a juzgar las posibles alianzas entre CiU y el PSOE en Madrid, que, subrayó, son competencia de José Luis Rodríguez Zapatero. Maragall se limitó a advertir de que esta colaboración con los nacionalistas no tendrá su correspondencia en Cataluña, donde se apuesta por mantener el tripartito al menos, dijo, "durante seis años".
A pesar de la contundencia de las palabras de Blanco, éste zanjó la controversia. A continuación, reconoció al presidente catalán su capacidad política para adoptar la decisión que estime oportuna sobre el momento en que debe convocar elecciones: al final de la legislatura o inmediatamente después de celebrarse el referéndum de ratificación del nuevo Estatuto.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 7 de febrero de 2006