El presidente de la Comunidad Autónoma Vasca vuelve a la carga. Hace un año presentó su famoso plan en el Parlamento de Madrid y fue ridiculizado una vez más. Ahora ha creado un Consejo Político con sus socios de gobierno para impulsar una mesa de partidos y elaborar un plan de paz. Amenaza con volver en septiembre con otra iniciativa política extraordinaria si ETA no abandona la lucha armada y el Gobierno español no cambia su política penitenciaria.
Al parecer, hace tiempo que este hombre perdió el sentido del ridículo y sigue empeñado en hacer planes para justificar su propia incapacidad. Haría bien en aceptar uno de esos cargos honoríficos que seguro le tiene reservado su partido y abandonar la política activa en beneficio de todos. No sea testarudo, señor Ibarretxe, en este pueblo la paz tiene suficientes enemigos, no se convierta en uno más.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 7 de febrero de 2006