De la lectura del reportaje sobre Norman Bethune (5-2-06) pueden deducirse equívocos ("Málaga rendirá el martes un homenaje a Bethune y a sus compatriotas que lucharon en las Brigadas Internacionales") que conviene deshacer. El doctor Bethune jamás combatió: "No he venido a España a derramar sangre, sino a darla', decía. Con la inauguración del paseo de los Canadienses, Málaga no rinde homenaje a los brigadistas internacionales de aquel país; Málaga, con este hermoso paseo, agradece al pueblo de Canadá, a Norman Bethune y a sus colaboradores la ayuda recibida en febrero de 1937. Los segundos salvaron la vida de muchos malagueños, y los primeros aportaron los fondos para llevar a cabo aquella gesta humanitaria. Norman Bethune no fue un combatiente. Fue un gran médico sin fronteras.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 9 de febrero de 2006