Es bien sabido que las emisiones culturales y las películas consideradas para cinéfilos son tratadas por los programadores de televisión con un criterio inversamente proporcional a su interés. Cuanto más "exquisito" sea, más se adentra en la madrugada. Se les considera, imagino, elitistas. Posiblemente sea así. Pero últimamente hay excepciones que se están haciendo un hueco en horarios intermedios con bastante acierto. El más reciente es iPop (La 2). Lo presenta muy bien La China Patino. Es ágil, rápido, breve (media hora). Pero así somos ahora y así son los más jóvenes. Aparte de clips musicales y noticias, les da tiempo para un reportaje y un directo (estupendo el miércoles Paul Collins con su versión de ¿Qué hace una chica como tú en un sitio como éste?, de Burning). Ojalá se pueda sostener en la parrilla. Valdría la pena.
En un breve repaso cito otros programas: Miradas 2 (La 2) ha sido capaz de profundizar en media hora (a las 21.30) en temas culturales de actualidad. Muy siglo XXI. Excelente. Musicaldía, breve noticiero nómada de las cadenas estatales, se emite 17 veces a la semana. Un sistema efectivo. Camuflado en los bloques publicitarios señala pistas musicales. Por lo menos se ve. Nosolomúsica (Tele 5) está en el gulag de las 2.20, y Cuatrosfera (Cuatro) ya empezó así, a partir de la una. Sólo para insomnes. Demasiado tarde.
Y, por último (por esa ley que mencioné al principio), Estravagario (La 2). Literatura los miércoles después de medianoche, ahora en versión compacta de media hora. El último programa fue sobre homosexualidad y literatura, con Álvaro Pombo y Cristina Peri Rossi. Javier Rioyo interrumpía a Pombo, supongo que por miedo (justificado) a que se desmadrara. Pero le quitaba la gracia. Parecían exabruptos y eran martillos nietzscheanos. El nuevo formato requiere ajustes como para que valga la pena esperar hasta esas horas. Hacerse imprescindible. O si no, los que nos empeñamos en seguirlo nos dormiremos y terminaremos repitiendo sin saber por qué las inexplicables (inexplicadas) frases de Pombo.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 10 de febrero de 2006