Me ha llamado la atención como ante el dictamen emitido por el Consejo de Estado, en lo que al proyecto de reforma del Estatut catalán se refiere, la dirección del Partido Popular nacional rápidamente ha salido a la palestra política argumentando que todos los artículos que han sido calificados como "poco correctos" por este órgano consultivo, en la práctica hacen inviable la aceptación de dicho proyecto para su trámite previo a la aprobación, exigiendo que sea retirado y elaborado de nuevo.
Y me llama la atención como digo, porque precisamente el Gobierno del Partido Popular en la Comunidad de Madrid, bajo la presidencia de Esperanza Aguirre, ante el dictamen emitido por el mismo consejo consultivo, el Consejo de Estado, para la aprobación del Reglamento Autonómico del Taxi de Madrid, y en el que les decía no sólo que no les parecía que existieran motivos suficientes para sustituir el existente durante los últimos 26 años por este otro, por ser peor, sino que además está mal confeccionado, invadía criterios que deberían de ser contemplados sólo con rango de ley, no haber sido sometido al Consejo Económico y Social como era preceptivo, y además contener un gran número de irregularidades lingüísticas.
Los comentarios efectuados ante ese dictamen tan negativo tanto por la presidenta como por la consejera de Transportes es que ese dictamen "no es vinculante", y con esa convicción el Consejo de Gobierno, desoyendo al Consejo de Estado, aprobó el pasado 28 de julio del 2005 el mencionado Reglamento Autonómico del Taxi.
A ver si el señor Rajoy y la señora Aguirre unifican el criterio a seguir ante los dictámenes del Consejo de Estado. Y no sólo si es que nos interesa políticamente, ¿verdad, señora Aguirre.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 12 de febrero de 2006