La policía desalojó ayer a unos 60 okupas que habitaban desde hace casi un año dos bloques de viviendas situadas en la plaza de la Encarnación, en la zona centro de la capital sevillana.
Durante el desalojo se vivieron momentos de tensión y los okupas increparon a la policía y les acusaron de no haberlos avisado con tiempo. Uno de los desalojados denunció que la policía entró "avasallando". También se produjeron momentos "difíciles" cuando el mayor de los okupas, un hombre de unos 60 años, sufrió un ataque epiléptico y sus compañeros, con insultos, exigieron ayuda a los policías, quienes finalmente llamaron a una ambulancia, que lo trasladó a un centro hospitalario.
Los okupas, en su mayoría menores de 25 años, explicaron que habitan esas viviendas desde abril de 2005, por lo que ahora no tienen dónde ir y anunciaron que volverán a ocupar otra vivienda o dormirán en la puerta del Ayuntamiento.
La Policía se personó en las viviendas a las 7.00 con una orden judicial de desalojo, que según los okupas no mostraron. Los dos edificios tenía en total 20 pisos habitados.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 14 de febrero de 2006