Las patronales de los fabricantes de automóviles (Anfac) y de los concesionarios (Faconauto) rechazaron ayer la intención del Gobierno de subir los impuestos para los vehículos más contaminantes (véase EL PAÍS de ayer).
Anfac, que integra a los 11 fabricantes de autos de España, asegura que un aumento de la fiscalidad "no está justificado por motivos medioambientales" puesto que los vehículos nuevos "son más eficientes en consumos y emisiones de CO2". Recuerda la patronal que los fabricantes realizan enormes esfuerzos e inversiones en investigación y desarrollo (I+D) con el fin de minimizar el impacto medioambiental de los vehículos. El resultado es que hoy son necesarios 100 coches nuevos para producir las mismas emisiones que producía un único auto fabricado en la década de los 70, sostiene Anfac.
Los concesionarios, por su parte, consideran que si el Gobierno sigue adelante con su iniciativa, en línea con la estrategia de la UE de gravar el consumo y no la compra de vehículos, elimine entonces el impuesto de matriculaciones. En este caso, Faconauto recuerda que el impuesto "se debería aplicar sobre bases objetivas y sólidas, en lugar de sobre modelos en general" como los todoterreno o los diésel.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 14 de febrero de 2006