Los portavoces del PSM e IU en la Asamblea, Matilde Fernández y Fernando Marín, respectivamente, explicaron ayer que están en contra de las nuevas normas de acceso de invitados a los plenos parlamentarios, ya que contienen "graves restricciones".
Marín indicó que, a partir de ahora, existirán "barreras físicas" para separar a los invitados de los parlamentarios y se realizarán "registros y otras humillaciones" a estos ciudadanos antes de subir a la tribuna destinada para ellos. Aseguró que el PP ha tomado esta medida porque "tiene miedo al pueblo de Madrid y a sus organizaciones sindicales o sociales, y a las personas que vienen a escuchar lo que dicen sus diputados".
Por su parte, la portavoz adjunta del PSOE, Matilde Fernández, explicó que ésta es la cuarta modificación de las normas de acceso a esta Cámara y supone "una nueva restricción". "Se busca la total ausencia de relación entre parlamentarios y los ciudadanos, y el aislamiento de éstos cuando van a los plenos; además, no podrán lavarse las manos o tomarse un café". Denunció, asimismo, que la presidenta de la Cámara, Concepción Dancausa, podrá vetar algunos de los nombres de las personas que cada partido invite.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 15 de febrero de 2006