¿Están los médicos mal pagados? Queda clara la insatisfacción de varios profesionales a este respecto y la diferente perspectiva del problema por parte de la Administración. Pero, ¿no subyace, bajo este cuestionamiento una insatisfacción que va más allá del problema retributivo? Una mejora salarial es algo esperable y deseable para cualquier colectivo, pero no soluciona graves problemas que conducen al abandono de la profesión o, lo que es peor, al desgaste en su ejercicio. Algunos de estos problemas son:
- La separación entre administración sanitaria y el médico asistencial: la falta de capacidad de decisión en la gestión choca con una gran autonomía en procesos que comportan un alto grado de responsabilidad y consumo de recursos.
- El alejamiento en la relación médico-paciente sobre todo en grandes centros hospitalarios donde, en ocasiones, los profesionales son números de código y los pacientes números de historial clínico.
- La pérdida de recursos que implica la formación de profesionales que luego marchan a otros países (seis años de carrera universitaria, tres a cinco años de especialidad, formación doctoral).
El médico, con un alto grado del sentido de la responsabilidad por vocación y formación, debe participar activamente en la toma de decisiones para la gestión y organización del sistema sanitario.
El sistema sanitario debe permitir al médico un acercamiento más humano al paciente.
Los recursos son limitados, debe haber un sistema sostenible y equitativo que permita un empleo coherente de los mismos: el médico debe ser rentable para la sociedad. En el modelo actual, al médico le cuesta verse como célula integradora de un sistema, el sanitario, que opera en un organismo más amplio: la sociedad.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 15 de febrero de 2006