El arzobispado de Valencia anunció ayer la apertura de un expediente a Gonzalo Gironés, el sacerdote que acusó, en una hoja parroquial publicada por el propio arzobispado, a las víctimas de maltrato de provocar a sus agresores. Se ha tomado esta decisión ante "los ofensivos términos no acordes con la doctrina cristiana ni con el magisterio de la Iglesia sobre la violencia doméstica" . El vicario general del arzobispado, Eduardo Margarit, será el instructor y analizará las "irregularidades" detectadas en el texto, que "no guarda ninguna relación con los medios de comunicación del arzobispado".
La presidenta del Observatorio contra la Violencia Doméstica del Consejo General del Poder Judicial, Montserrat Comas, dijo que esas expresiones "son propias de un pensamiento machista, discriminatorio y ofensivo hacia las mujeres" y que "esconden un odio sexista".
La fiscal delegada de violencia sobre la mujer de Valencia, Rosa Guiralt, inició un análisis jurídico para determinar si existe una infracción penal de apología del terrorismo y se mostró dispuesta a aceptar una denuncia, informa Lydia Garrido. La corriente católica de base Somos Iglesia lamentó que se vierta "esta opinión que no contribuye a resolver el problema sino a ir contra la mujer".
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 15 de febrero de 2006