El presidente de la Xunta de Galicia, Emilio Pérez Touriño, aseguró ayer en Madrid, en una acto organizado por el Fórum Europa, que la comunidad que preside comparte "los deseos de otras nacionalidades como Cataluña y Euskadi", si bien auguró que el término nación no será "un escollo insalvable" en su nuevo Estatuto.
Touriño afirmó que la reforma en Cataluña "se hará bien", aunque quiso dejarlo claro: "Su modelo [el de Cataluña] es el suyo. Galicia ha escogido su propio camino". El presidente de la Xunta aboga por lo que llama "la vía gallega", basada en el consenso de las tres principales fuerzas políticas de la comunidad: PSdeG, BNG (su socio de Gobierno) y el PP, para llevar a cabo la reforma del Estatuto. "Tan importante como el fondo son las formas", afirmó.
Arropado por dirigentes del PSOE, como el secretario de Organización, José Blanco, la ministra de Fomento, Magdalena Álvarez, y la de Agricultura, Elena Espinosa, o el todavía alcalde de A Coruña, Francisco Vázquez, Touriño hizo sus peticiones para Galicia: el 8% de la inversión estatal durante los próximos siete años y que el punto de partida de la negociación sobre la reforma de la financiación autonómica sea la estimación de las necesidades de gasto de cada comunidad.
Touriño se opone a la regla de reparto de inversiones estatales en función del PIB -"no es razonable ni justa con regiones como Galicia, muy por debajo de la media española", dijo-, y se mostró partidario de agencias tributarias consorciadas, punto sobre el que, a su juicio, se están generando temores innecesarios. "Menos catastrofismo y más diálogo", concluyó.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 16 de febrero de 2006