Llevamos tiempo trabajando por los derechos de los ciclistas. Por ello emprendimos una campaña con el lema "Bizirik errespeta gaitzazu- respétanos vivos", para intentar concienciar a las autoridades competentes en la creación de espacios adecuados para la práctica de esta actividad en cualquiera de sus facetas: deportiva, lúdica o de medio de locomoción. Pero también estamos empeñados en concienciar a la sociedad en general en el respeto a la bici, en el respeto a las personas que practican este deporte, para que sea posible la convivencia de esta frágil máquina frente a los potentes vehículos a motor.
Pero, desgraciadamente, estos mensajes tardan más de lo deseado en llegar a sus destinos y, días atrás, una vez más, nos despertamos con el corazón destrozado ante la noticia del fallecimiento por atropello de un compañero cicloturista. Sólo unas iniciales en una trágica noticia de prensa que pronto serán olvidado por todos, menos por una familia destrozada por el dolor de su irreparable pérdida.
La injusticia y la irresponsabilidad de un conductor se han cebado con el y nuevamente ha teñido de dolor y rabia a todos los que amamos este deporte.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 16 de febrero de 2006