Una vez puesto en marcha el PAU de Montecarmelo y vendido el 100% de las viviendas, el Ayuntamiento quiere tomar una decisión de gran trascendencia para este barrio y para buena parte de la zona Norte: doblar la extensión del cementerio de Fuencarral e instalar el segundo crematorio de Madrid para la privatizada empresa de Servicios Funerarios. Se pretende aprobar, con alevosía, en menos de un mes y antes de que empiecen a vivir la mayoría de los vecinos, para evitar protestas.
A menos de 100 metros de las casas se instalaría el crematorio más moderno y con más capacidad operativa de Madrid. Justamente en la trayectoria de los vientos dominantes en la zona de Norte y Noroeste, con lo que se asegura que humos y olores inunden el nuevo barrio y se extiendan hacia Fuencarral y zona Norte de Madrid. ¿Alguien podrá evitar este disparate de colocar el crematorio a un paso de las casas? Lean a Primo Levi o a nuestro Jorge Semprún sobre los olores de Auschwitz y sabrán de qué estoy hablando.
Me parece un inmenso fraude que el Ayuntamiento del señor Ruiz Gallardón intente aprobar este proyecto, una vez vendidas las viviendas del nuevo PAU.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 17 de febrero de 2006