Un monovolumen de línea compacta y altura comedida con una imagen más estilizada y cercana a los turismos.
Conducción: 40 puntos (3º)
La conducción es más parecida a la de un turismo, con menos balanceo en las curvas y una estabilidad y agilidad superiores. Pero tiene el motor menos potente (2.0 de 110 CV) y monta un cambio más impreciso y con las marchas largas, que penaliza las prestaciones. Responde con fuerza desde 1.000 hasta 3.000 vueltas, pero después le cuesta subir de régimen y, aunque llanea con soltura y no es perezoso, exige más atención al adelantar y obliga a reducir en las subidas si se va cargado. Tiene también un freno más duro -aunque para bien el peso- y ofrece una calidad de conducción inferior, con un tacto menos consistente.
Vida a bordo: 49 puntos (3º)
Aporta soluciones interesantes, como las puertas traseras correderas, que facilitan el acceso, y tiene los asientos más cómodos, salvo el central de la segunda fila. El Mazda es el más confortable para viajar con seis personas, y resulta muy práctico a diario. Delante es amplio, la segunda fila se regula en longitud e inclinación y ofrece suficiente espacio para las piernas, y la tercera es la más generosa y apta para adultos. Los asientos se mueven con menos esfuerzo e incluye muchos huecos, aunque menos que el Renault: guantera grande, bolsas amplias en las puertas, repisas y posavasos junto al freno de mano, cofres debajo de los asientos de la segunda fila... Pero el maletero es el más pequeño y está peor acabado por dentro, con materiales menos consistentes, una insonorización mejorable y una sensación de calidad inferior.
Seguridad: 15 puntos (1º)
Viene de serie con seis airbags, ABS y ESP, y ofrece el comportamiento ágil en carretera.
Economía: 25 puntos (1º)
Es el más caro (24.150 euros) pero viene mejor equipado, con climatizador, radio-CD, ordenador de viaje, llantas de aleación, cuatro elevalunas eléctricos, sensor de lluvia... Ha gastado un litro menos que el Scénic: no llega a siete litros a ritmos suaves y apenas pasa de ocho en tráfico urbano y estirando las marchas.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 18 de febrero de 2006