La zona entre la calle del Teide y la avenida de Catalunya, en el barrio de la Florida de L'Hospitalet, es la más degradada y marginal de la ciudad. Su densidad de población es preocupante, escasean los equipamientos y los comercios, las mejoras del centro del barrio han expulsado hasta allí una cantidad insostenible de vehículos, la basura se acumula a lo largo de la vía del tren, un tercio de las farolas están fundidas o rotas desde hace meses, la pista de baloncesto es una trampa y en casa disfrutamos de una espléndida vista del cementerio porque alguien cortó los cipreses y cubrió de cemento el terreno donde crecían. Los bloques de la Florida son un conjunto de viviendas de ínfima calidad que ocupan la mitad de esta zona y donde viven personas de escasos recursos. El Ayuntamiento quiere que sus pisos pasen de los 35 metros cuadrados actuales a 50. Para ello, habría que acabar con los jardines que rodean estos bloques, el único elemento que les proporciona una cierta calidad de vida y que define una forma de convivencia que todavía hace de la vía pública un espacio de socialización. Hace tiempo que los bloques esperan una intervención decidida, pero no parece ser ésta la mejor de las soluciones.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 20 de febrero de 2006