En la reciente remodelación del tráfico rodado realizada en la plaza de Canalejas por el Ayuntamiento de Madrid, éste no sólo ha suprimido uno de los pasos de peatones existentes en la Carrera de San Jerónimo, sino que también ha instalado unas vallas a ambos lados de la calzada para impedir el paso a los viandantes.
El peatón procedente de la calle de Alcalá que quiera acceder a la calle del Príncipe por la acera izquierda de la calle de Sevilla, topará con la valla, y tendrá que dar la vuelta a casi toda la plaza y cruzar tres pasos de peatones con sus semáforos. Está claro que en este caso el Ayuntamiento sólo ha tenido en cuenta a los vehículos, pasando olímpicamente de los peatones.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 20 de febrero de 2006