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Los nuevos soportes

"El mercado se ha revalorizado. Hay más dinero. ¿Pero ve la gente más arte que antes? Muchos dirían que el público pasa más tiempo en ferias y subastas que en galerías de arte. Incluso a los amantes del arte les cuesta resistir el atractivo del actual mercado especulativo", comenta Anthony Reynolds, director de la galería londinense que lleva su nombre. Al menos en un segmento del mercado, el relacionado con las nuevas tecnologías, medios audiovisuales e instalaciones sensoriales, las galerías aventajan a las subastas en la captura de clientela. "Estos artistas dependen de los coleccionistas privados y, de hecho, hay coleccionistas buenos, inteligentes y serios de vídeos e instalaciones. En las galerías sus precios se disparan gradualmente, pero aún tardarán en ser aceptados por el mercado público. Es un sector movido que atrae al comprador especialista en sus distintas generaciones", añade el galerista.

Oliver Baker, de Sotheby's, coincide con Reynolds en la valoración de la situación mercantil del llamado nuevo arte. "Respondemos al mercado e incluimos en nuestros catálogos a artistas comerciales y con proyección internacional. Las instalaciones y trabajos en vídeo aún no han cobrado mucho valor en las subastas y los coleccionistas en este sector son limitados. También tropezamos con problemas prácticos, pues algunas instalaciones son muy difíciles de montar", admite el responsable de Sotheby's.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 21 de febrero de 2006