Los ministros de Exteriores de Dinamarca y Noruega consideraron ayer al islam como una "religión de paz" y responsabilizaron de la violencia suscitada por la publicación de las viñetas de Mahoma a los extremistas que tratan de aprovecharse de la situación. Ambos consideraron que la recompensa de 21.000 euros ofrecida por un clérigo paquistaní a quien mate a cualquiera de los dibujantes es una intolerable incitación directa al asesinato.
Dinamarca y Noruega son los dos países que más han sufrido la ira de los manifestantes musulmanes indignados por la publicación de las caricaturas. Un periódico danés las publicó en septiembre y luego fueron reproducidas por otro noruego. Ambos países trataron ayer de rebajar la tensión con una reunión bilateral en Copenhague y un mensaje conciliador con el islam y firme contra el terror.
"El islam es una religión de paz, compasión y perdón. Ésta es mi opinión y también la de muchos musulmanes", afirmó el ministro de Exteriores danés, Stig Moeller, en una conferencia de prensa junto a su homólogo noruego, Jonas Gahr Stoere. Ambos consideraron que la recompensa ofrecida por el clérigo paquistaní nada tiene que ver con el islam: "Es un asesinato y el asesinato está prohibido por el Corán", añadió Moeller.
Los responsables de la diplomacia danesa y noruega responsabilizaron de la violencia sólo a los radicales: "Son las fuerzas extremistas las que desean que la situación continúe. Al Qaeda también lo explotará y avivará el fuego", coincidieron.
El pasado viernes, el clérigo Maulani Yousef Qureshi ofreció 7.000 euros a quien mate a alguno de los que dibujaron a Mahoma y dos entidades vinculadas a su mezquita aumentaron la recompensa hasta 21.000 euros en total y un coche. "Si Occidente puede ofrecer una recompensa por Bin Laden y Zarqaui, nosotros también podemos hacerlo para quien mate a quien ha cometido el sacrilegio contra el profeta", dijo.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 21 de febrero de 2006