El ex presidente de Haití, Jean-Bertrand Aristide, en el exilio desde hace dos años, actualmente en Suráfrica, afirmó ayer que volverá a su país "en cuanto sea posible", aunque precisó que no se había fijado ninguna fecha concreta. "Creo que volveré y continuaré trabajando en la educación (...) no tengo una fecha prevista", declaró el ex mandatario a la radio pública surafricana SABC.
Forzado a abandonar Haití el 29 de febrero de 2004 por la presión de Estados Unidos, Francia y Canadá y por una insurrección armada, después de intensas protestas sociales, Aristide, de 52 años, reside desde el 31 de mayo de 2004 en Pretoria con su mujer y sus dos hijas. El presidente surafricano, Thabo Mbeki, añadió en la misma emisora que no había razón para que el ex sacerdote católico no regresara a Haití después de que René Préval, ex primer ministro de Aristide, ganara las presidenciales. No obstante, Préval se ha distanciado de su antiguo aliado, cuya gestión estuvo marcada por las acusaciones de corrupción y el uso de bandas armadas para apuntalar su poder.
Mientras Aristide prepara su vuelta a Haití, el director general del Consejo Electoral haitiano debió abandonar ayer el país tras recibir amenazas de muerte. Jacques Bernard, que asumió el cargo hace tres meses, abandonó el país el domingo, posiblemente rumbo a Miami, según fuentes del Gabinete del presidente interino, Boniface Alexandre.
El portavoz de Naciones Unidas, David Wimhurst, confirmó que la granja de Bernard había sido incendiada y saqueada el fin de semana. El portavoz aseguró que no conocía el paradero de Bernard, quien había desaparecido desde que el consejo de nueve miembros declarara a Réne Préval ganador de las elecciones el jueves, ocho días después de la votación.
Préval, que obtuvo el cuádruple de los votos de su rival más cercano, ganó los comicios después de que el consejo accediese a dividir 85.000 votos en blanco entre los 33 candidatos de forma proporcional a los votos que ya se habían adjudicado. Préval logró así el porcentaje que necesitaba para evitar la segunda vuelta. Esto sucedió después de que los seguidores de Préval salieran a las calles haitianas para denunciar un fraude y acusar a Bernard de manipular el escrutinio.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 22 de febrero de 2006