Las primeras emisiones de radio, en los tiempos de la dictadura de Primo de Rivera, tenían que pasar la censura de manera inapelable. Un inspector leía los guiones antes de que salieran al aire a través de aquellos enormes receptores de lámpara o de galena. Los pioneros -Ricardo Urgoiti, Antonio Castilla, Carlos de la Riva, Arturo Pérez Camarero, Luis de Oteyza- sortearon dificultades como ésta para poner en marcha "una aventura apasionante que no contó con ayudas y sí con mucha incomprensión". Así lo explica el profesor de la Universidad Complutense de Madrid Manuel Fernández Sande, autor del libro Los orígenes de la radio en España (editorial Fragua), presentado ayer.
Radio Ibérica salió al aire el 12 de mayo de 1924. En noviembre, Unión Radio, a través de Radio Barcelona, conseguía la primera licencia para emitir y lograba el distintivo EAJ-1. El libro profundiza en el nacimiento del medio y desmenuza la rivalidad entre ambas empresas y la enemistad que cultivaron sus fundadores. Fernández Sande ha buceado en las hemerotecas y amasado testimonios de los descendientes de aquellos pioneros. "Muchos de ellos no pudieron ver cumplidos sus sueños. Urgoiti fue la excepción. Creó una gran cadena". Esa cadena es la SER. Y la estrella de la SER hasta hace pocos meses, Iñaki Gabilondo, acudió ayer a la presentación del libro para rendir homenaje a los precursores de un medio al que ha dedicado 40 años. Fernández Sande recordó a Teresa de Escoriaza, la primera mujer corresponsal de guerra, que narró la contienda de Marruecos desde las trincheras.
Y entre los programas que marcaron escuela, el autor destaca Gaceta radio, el primer magacín informativo de Radio Ibérica -"nació en 1925 y era una especie de periódico radiado"-, y el primer noticiario de Unión Radio, el mítico La palabra. Eran los tiempos en los que los radioescuchas llevaban insignias en la solapa para hacer visible su emisora preferida.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 22 de febrero de 2006