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La Comisión Europea quiere prohibir el mercurio de los termómetros

La Comisión Europea propuso ayer prohibir el mercurio de los termómetros por considerar que su alta toxicidad es perjudicial tanto para las personas como para el medio ambiente. Bruselas pretende poner fin a la venta de termómetros, barómetros, tensiómetros y demás instrumentos médicos que contengan este metal. "Esta medida reducirá la cantidad de mercurio que entra el flujo de deshechos. Será bueno para los ciudadanos y el medio ambiente", explicó el comisario europeo de Empresa e Industria, Günter Verheugen.

El Ejecutivo europeo calcula que en la UE se emplean cada año 33 toneladas de mercurio en aparatos de medir, la mayoría, entre 25 y 30 toneladas, en termómetros. A pesar de que una parte creciente de los termómetros usados se recoge, el resto acaba en la basura o contaminando la cadena alimentaria acuática, sobre todo en las costas del Mediterráneo.

La propuesta de la Comisión debe ser ahora aprobada por los 25 Estados miembros de La Unión y se enmarca en la estrategia acordada en 2005, según la cual Bruselas pretende poner fin a las exportaciones europeas de mercurio en 2011.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 22 de febrero de 2006